Nicaragua está en un momento histórico no sólo por la valentía de los jóvenes universitarios que comenzaron una nueva revolución sino también por el patriotismo con el cual toda Nicaragua se ha unido a esa lucha.
Coyuntura logró tener acceso de forma directa al Diálogo Nacional y a continuación compartimos una pequeña crónica sobre todo lo que ocurrió en dicho evento de gran importancia para el país.
Se pudo observar la presencia de testigos, que pertenecen a cuerpos diplómaticos, tales como Laura Dogu, Embajadora de Estados Unidos en Nicaragua, y Kenny Bell, Embajador de la Unión Europea en Nicaragua.
Además de los antes mencionados, también estuvieron en la mesa de diálogo representantes de UNEN, CNU, UPANIC, AMCHAM, COSEP, rectores universitarios y representantes de la Sociedad Civil tales como Carlos Tünnermann y Azalea Solis.
La llegada de Ortega y su esposa
Daniel Ortega y Rosario Murillo, junto a su hija Camila, y un sinnúmero de escoltas, llegaron a las instalaciones del Seminario Nacional Ntra. Sra. De Fátima para ser parte del diálogo como fue asegurado por la vicepresidenta del país el pasado 15 de Mayo del corriente año. Fue la primer ocasión en muchos años en que Ortega se enfrentaba a las cámaras de medios nacionales e internacionales.
Mientras ingresaron, a las 10:00 AM, los periodistas trataban de lograr tomas del presidente y de sus acompañantes. Los medios de comunicación fueron los últimos en ingresar y cuando esto sucedió ya habían comenzado el evento.
El discurso de un genocida
Ortega aseguró en muchas ocasiones que la represión no era cierta y que la Policía Nacional tiene orden de NO disparar a los ciudadanos bajo ninguna circunstancia. Según él, los policías y fuerzas antimotines solo realizan acto de presencia cuando la población los llama.
Sin duda alguna, el discurso de Ortega fue una "sutil" burla para los asesinados, las personas que se encontraban en la mesa de diálogo y para la población en general. Mientras él expresaba sus opiniones y aseveraba que "no existen tantos muertos", los jóvenes universitarios le gritaban: "ASESINO".
Daniel Ortega aseguró que: "Desgraciadamente quienes se han tomado las universidades son bandas paramilitares. Tienen armas y no solo hechizas". Luego de eso se dirigió directamente a Carlos Tünnermann, quien se encontraba en la mesa de diálogo, y le dijo que el sabía sobre los grupos paramilitares.
Al momento de hablar Rosario Murillo, solo se concentró en expresiones sobre "el dolor de las madres" y se atrevió a decir que ellos desean la paz. Como parte de su protocolo, agradeció a la Conferencia Episcopal por ser el garante y mediador. Murillo pidió respeto a lo cual los jóvenes universitarios le gritaron: "¿CUÁL RESPETO?".
Jóvenes le dicen las verdades en su cara al dictador
Uno de los jóvenes universitarios que se encontraba en la mesa de diálogo le gritó a Ortega y a su esposa: "Para la Rosario vale más un 'chayopalo' que la vida humana". Y en muchas ocasiones le gritaron: "asesinos".
Es la primera vez que Ortega recibe de frente un sinnúmero de expresiones por todas las acciones que ha realizado en contra del país; asesinatos, represión, robo, dictadura, corrupción, entre otros. La tensión entre los garantes, dialogantes y testigos era evidente.
Lesther Aleman, uno de los líderes universitarios, lloró junto a otros miembros de la mesa al sentir la impotencia. Además, la Conferencia Episcopal fue clara: "no le pedimos sino que le exigimos que cese la represión. Que usted (Daniel Ortega) como jefe máximo de la Policía Nacional obligue a sus fuerzas a retirarse". Al decir eso, fue aplaudido por todos los presentes, incluyendo periodistas y camarógrafos.