Se llegó el gran día de la inauguración de una de las obras más esperadas y que a partir de ahora será el emblema de los que somos aficionados al béisbol: el nuevo Estadio Nacional Dennis Martínez. Como amante de éste deporte me gustaría sumarme al festejo pero hay algo que me lo impide y que no puedo avalar. A pesar de lo atractivo que es el nuevo parque lo he considerado como estafa por parte del régimen que preside Ortega y por eso quiero que ustedes, como lectores, también tomen en consideración algunos puntos importantes.
En un primer escrito fui detallando la manera en que dicha estafa se fue dando; lo que inició como un obsequio por parte del Gobierno de China Taiwán, con quien debemos estar agradecidos por esa buena voluntad, lastimosamente se convirtió en fraude. Dicho donante no tomó en consideración la manera en cómo se manejan los asuntos en éste país y el prestigio de corrupción que caracteriza a éste Gobierno quien al final prácticamente nos terminó obligando a pagar desde nuestros impuestos tan anhelada obra.
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FALTA DE TRANSPARENCIA
Fue la Alcaldía de Managua la garante de dicha deuda pero hasta el momento no se sabe ni la cifra exacta, ni el nombre del prestamista, ni la tasa de interés del préstamo y mucho menos el plazo. También sospecho que las alcaldías del país aportaron o aportaran al pago de esa deuda con el dinero que curiosamente están contribuyendo al presupuesto de instituciones de carácter nacional, algo que está por encima de la ley. ¿Qué les cuesta a las autoridades dejar todo claro y esforzarse un poquito para ser lo más transparentes posibles?
Lo cierto es que hasta la fecha no han podido demostrar qué se hizo con el dinero que donó Taiwán y solo dicen que fueron utilizados para Ciudad Belén a pesar de que ya existía un presupuesto destinado para esa obra. Tampoco China Taiwán fue capaz de pedir cuentas o al menos dejar clara su posición al respecto y el pueblo les agradecería ese gesto de sinceridad.
LA MANERA DE ADMITIRLO
Para la serie amistosa con la que se estrenará el estadio, el Gobierno ha invitado a la Selección de Béisbol de China Taiwán para enfrentarse a la Selección Nacional de Béisbol de Nicaragua. ¿No les parece curioso? Yo lo considero como la manera en que Ortega está admitiendo que ha sido el Gobierno de China Taiwán quien donó el dinero para construir ese estadio y por lo tanto le da el honor de inaugurarlo; a la vez Ortega también admite que nos ha estafado.
PONCHADO DE ENTRADA
El evento protocolario donde estuvo Ortega fue hoy, jueves 19 de octubre; un evento privado en el cual estuvieron solamente sus allegados, algunos subordinados y muchos jóvenes partidarios y seguidores, y donde, obviamente, no fueron invitados los medios de comunicación independientes. Dicha "celebración" comenzó a las 5:50 PM y contó con la participación hasta de pastores evangélicos y diputados sandinistas. ¿Por qué será que Ortega no quiso ni quiere presentarse ante los miles de aficionados, que no necesariamente son partidarios de él?
Lo cierto es que no se dio el lujo de tirar la primera pelota frente a la multitud tal como lo hizo su homólogo Anastasio Somoza en 1948. Quien tuvo ese lujo fue el “big leaguer” merecedor de honores y orgullo nicaragüense, Dennis Martínez, junto al jugador de grandes ligas Cheslor Cuthbert.
¿IR O NO IR?
No hay que entrar en el dilema porque al final fuimos nosotros quienes pagamos la construcción de dicha obra pero no hay que dejar de tener en cuenta lo corrupto que es éste régimen y que algún día nos daremos cuenta donde fueron a parar esos USD $30 millones de dólares que donó China Taiwán para la construcción de dicho estadio.